Cambios en la interfaz, hacia un aspecto todavía más plano
Todavía se recuerda el paso de Gingerbread a Ice Cream Sandwich. Un cambio importante, donde Honeycomb había sido el puente entre ambas, donde Google pretendía darle un lavado de cara importante al sistema operativo. Desde ese momento, y versión tras versión, hemos visto cómo Android ha visto su aspecto cada vez más simplificado.
La interfaz tiene varios niveles y los paneles van apareciendo y desapareciendo según su profundidad. La fluidez, como es de esperar es un dispositivo que tiene un Qualcomm Snapdragon 800, es impecable a la hora de mover todos los elementos. Es un cambio sutil pero que deja patente cuál es el camino que quiere seguir Google.
La respuesta de la pantalla según el tipo de gesto que hacemos es un pequeño detalle que nos demuestra el cariño que ha puesto Google en desarrollar esta nueva aplicación. Sombras que se disuelven en círculos que nos indican cuando hemos hecho una pulsación o que se aferran a los extremos verticales de la pantalla cuando intentamos hacer más scroll del que realmente podemos realizar.
Llama la atención una multitud de elementos: las notificaciones en la pantalla de desbloqueo, el nuevo menú superior con unos controles de energía muchos más intuitivos que el anterior sistema de paneles horizontales. Notificaciones emergentes que sólo ocupan un pequeño fragmento de la parte superior de la pantalla y no son intrusivas. Es cierto que no es nada que no hayamos visto en otras plataformas pero su integración y el hecho de que por fin estén ahí es lo importante.
Hay pequeños huevos de pascua, como por ejemplo la imagen que sale cuando pulsamos varias veces sobre la versión de Android en el menú de ajustes. Cuadrados rojos y azules sobre fondo blanco que recuerdan a una serie de vídeos aleatorios que hay subidos en YouTube. Contenido que, según expertos, se trata de mensajes codificados. Curioso.
Rendimiento, ¿qué aporta Android L?
Es muy pronto para hablar sobre si esta nueva versión de Android supone un gran salto adelante en lo que respecta a rendimiento. Teniendo en cuenta que hemos hecho las pruebas con el mejor SoC móvil del año pasado, y todavía competitivo en 2014, lo mínimo que podíamos esperar es que todo fuera como la seda.
Así es, todo funciona de forma muy fluida y los fallos se deben más a problemas de optimización de las aplicaciones que a errores propios de la previa que ha liberado Android. Eso sí: todavía es fácil encontrar de vez en cuando algún que otro fallo molesto. Nada grave, al fin de cuentas es como quejarse de las que las betas de iOS dan problemas.
Una de las grandes promesas en este aspecto es la dupla ART y Project Volta. Una nueva máquina virtual y un sistema de optimización de batería que va más allá de un modo de ahorro de serie, algo que se echaba de menos ya que muchos fabricantes habían desarrollado ya sus propias soluciones.
¿Dura más la batería? La percepción es que sí pero todavía es pronto para decir que realmente hay una mejora real y tangible en un apartado muy sensible para los usuarios. Cuando Android L se expanda será el momento de decir realmente si se ha producido esa mejora o no. Mi Nexus 5 llega menos ahogado al final del día pero no quiero aventurarme a dar conclusiones sin datos. Hay quienes hablan de hasta un 36% más de duración. Visto cómo han hecho el test, no me atrevo a corroborar el dato.
En cuanto a las herramientas de benchmark, podemos ver en el vídeo que Android L de momento da unos resultados parecidos sino ligeramente inferiores en algunas pruebas. Google nos prometió mejoras en este sentido, de hecho se anunció que habría soporte para Unreal Technologies 4, pero parece que todavía nos queda por ver el rendimiento real de este sistema.
Las sensaciones con esta nueva versión de Android han sido muy positivo y demuestran que a pesar de que se está cerrando lentamente, se está convirtiendo en una plataforma fiable para los usuarios y atractiva para los desarrolladores. Personalmente no volveré a Android 4.4.4 en una temporada pero las ganas que tengo de probar la versión final en mi Nexus 5, o en un nuevo dispositivo de esta familia, son enormes. Todo apunta, y en unos meses lo sabremos, a que efectivamente será la mayor actualización de toda la historia de este sistema operativo.
Fuente: Xataka
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